V Jornadas Espacios, lugares y marcas territoriales de la violencia política y la represión estatal

  Por Gabriela Flaster*  

Del 14 al 16 de octubre de 2015 tuvieron lugar en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) las V Jornadas Espacios, lugares y marcas territoriales de la violencia política y la represión estatal organizadas por el grupo de trabajo “Lugares, marcas y territorios de la memoria” que funciona en el marco del Núcleo de Estudios sobre Memoria y por el grupo de investigación sobre Gestión Cultural y Espacios de Memoria sobre el Terrorismo de Estado de la Universidad de Tres de Febrero. En la siguiente relatoría se intentará reflejar el espíritu del evento y los aspectos distintivos de la quinta edición de estas jornadas, que se realizan desde el 2009.

Las jornadas se desarrollaron alrededor de dos tipos de actividades: mesas temáticas con la presentación de trabajos académicos, y un taller tendiente a la articulación y puesta en diálogo de los diferentes actores sociales interesados en los espacios de memoria (gestores, investigadores, militantes). Los trabajos presentados, organizados en ocho mesas, contaron con los aportes de comentaristas invitados y recorrieron diferentes ejes temáticos: educación y transmisión; experiencias y materialidades; representaciones de y sobre represores; arte, literatura y performance; políticas de memoria, territorio y espacio público y testimonios.

La reflexión en torno a la articulación entre investigación-gestión-militancia constituyó un eje transversal a las jornadas. Tanto en el espacio del taller como en otros segmentos surgieron intervenciones reflexivas sobre los modos de hacer investigación, las herramientas teórico-metodológicas utilizadas por los investigadores y los vínculos que se establecen con aquellos que están de algún modo implicados en los distintos emprendimientos memoriales y que contribuyen, de hecho, a la construcción de conocimiento sobre ellos.

Este encuentro académico reunió a investigadores de las universidades de Buenos Aires, La Matanza, Tres de Febrero, La Plata así como de universidades extranjeras principalmente de la región del Cono Sur y también, de Francia.

 

Recorrido por los diferentes ejes temáticos

Entre los ejes temáticos que recorrieron las jornadas encontramos que la tríada educación, transmisión y memorias sigue constituyendo un área de interés para explorar. Algunos de los problemas comunes que aportaron las intervenciones fueron la apropiación particular y los usos que los jóvenes hacen de la memoria, de los lugares de memoria como así también, la referencia a los diversos agentes de los emprendimientos de memoria. En relación a este punto se señaló el deslizamiento problemático entre la prescripción curricular (es decir, lo que los docentes deben enseñar respecto de la historia reciente) y el compromiso militante, aquello vinculado con la voluntad del docente. Al respecto se planteó el modo en que operan la concientización, la conmemoración y la crítica en cada uno de los ámbitos educativos. El debate originado por el conjunto de estas ponencias puso de relieve el doble desafío presente en los espacios educativos en torno a la trasmisión intergeneracional y a la socialización de una experiencia no vivida personalmente. Las voces de los estudiantes y de los niños constituyeron un eje central en los trabajos presentados a través de su participación y de sus silencios.

También fueron objeto de debate las estrategias de representación del pasado reciente en los emprendimientos memoriales, las materialidades de los sitios de memoria, sus distintos aspectos y actores, las capas temporales de sentido y la relación entre la materialidad y los discursos en los ex centros clandestinos de detención. En este marco surgieron lecturas comparativas sobre la particularidad del caso argentino -y su proceso de larga duración en el que diferentes actores sociales y políticos impulsaron estrategias con el objetivo de asignar sentidos respecto al pasado reciente- en relación con países como Uruguay y Perú. En relación con este eje se expresaron probablemente con mayor intensidad algunos de los dilemas propios de los procesos de construcción de emprendimientos memoriales, tales como: la visibilidad-invisibilidad de los espacios en la trama urbana, la transformación de los actores y su institucionalización, la incorporación de los márgenes en el proceso de construcción de memorias sin insistir en el auspicio o aprobación estatal.

Finalmente, a lo largo de las jornadas se le asignó importancia a la consideración y reflexión de casos nacionales diferentes al argentino ya que permiten iluminar aspectos que -de lo contrario-, correrían el riesgo de naturalizarse. Esta clave de lectura daría cuenta sobre los acuerdos que organizan los distintos momentos memoriales en los distintos países. Asimismo, abordajes de corte más etnográfico y otros de carácter teórico engalanaron el encuentro académico acercando diversas miradas disciplinares sobre la problemática de los sitios de memorias.

 

La impronta de las V Jornadas

Como mencionamos anteriormente, las jornadas inauguraron un espacio de discusión novedoso: se incluyó la realización de un taller bajo la consigna “Experiencias de construcción, uso y gestión de los espacios de memoria”. Dicha actividad fue coordinada por Sandra Raggio y Samanta Salvatori de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM). El taller contó con la participación de distintos sitios de memoria, entre ellos: Campo de la Ribera (Córdoba), La Perla (Córdoba), ex D2 (Córdoba), Casa Mariani Teruggi (La Plata), Mansión Seré (Morón), Faro Mar del Plata, ex Servicio de Informaciones de Rosario,  Olimpo (CABA), Club Atlético (CABA), Virrey Cevallos (CABA), Centro Cultural Haroldo Conti y Comisión Nacional de Valores.

La dinámica del taller involucró la división de los participantes en dos grupos de trabajo alrededor de la siguiente consigna, que estructuró la discusión: “¿qué queda afuera de los sitios?”. El objetivo de la propuesta consistió en reflexionar sobre las decisiones tomadas en los sitios; poniendo el acento en las instancias institucionales y en las formas de narrar sobre las que descansa la configuración actual de los espacios. En este sentido, una pregunta que recorrió el taller fue: ¿qué queda “en sombras” en el relato de los sitios de memoria?, ¿qué nuevas preguntas aparecen, sobre todo, en los nuevos sitios?, ¿qué cuestiones se decidieron tener en cuenta en la programación de las visitas? Estas preguntas impulsaron el intercambio y socialización de información sobre las diferentes modalidades que adquieren los sitios de memoria. En algunos casos se planteó la revisión de las prácticas y los acuerdos primigenios, instalando el debate sobre qué temas resultan “tabúes” en los espacios de memoria.

Entre las problemáticas surgidas se planteó el énfasis puesto en lo testimonial mientras que aún sigue siendo insuficiente el abordaje del análisis de los delitos de naturaleza económica. Asimismo se mencionaron temas tales como: la atención puesta en las prácticas de resistencia de los detenidos, la referencia a la cuestión de género, los objetos incluidos/excluidos en las muestras de los sitios, el trabajo territorial con el barrio, la tortura, los represores y la referencia a la lucha armada. Otra de las cuestiones planteadas en el marco del taller fue el interrogante sobre la posibilidad de alejarse de los relatos binarios.

 

Cierre de las jornadas

El panel de cierre estuvo integrado por las investigadoras Katherine Hite y Elizabeth Jelin, quienes se ocuparon de reflexionar en torno a los públicos de los sitios de memoria y sus diferentes reacciones. Ambas investigadoras -de larga trayectoria en la temática- introdujeron interrogantes tales como: ¿cómo canalizar las propias emociones cuando se visita un lugar de memoria?, ¿cómo ejercer la función crítica?, ¿qué pueden exigir los museos de los visitantes?

La académica norteamericana propuso un recorrido que partió de la vinculación entre la violencia política en Colombia y el Estado norteamericano. Su presentación giró alrededor del análisis sobre los silencios que operan por omisión y acción y los encuentros marcados por emociones en los sitios de memoria. En este sentido Hite señaló que los sitios de memoria tienen la capacidad de abrir la posibilidad de un encuentro significativo como espacios que crean conexión, diálogo y acción colectiva. Para ello reflexionó sobre 3 sitios de memoria en los Estados Unidos: el Instituto Birmingham en Alabama, la Penitenciaría Estatal del Este en Filadelfia y el Museo del 11/9 en la Zona Cero, Nueva York.

Por su parte, Jelin presentó un trabajo sobre los procesos de memoria involucrados en establecer y mantener las marcas territoriales ligadas al pasado. Abordó 3 tipos de  marcas: el Memorial de Berlín, los ex centros clandestinos de detención en Argentina y  la modalidad virtual adoptada el 24/3/2010 en Facebook, consistente en dejar en blanco la foto destinada al perfil, donde algunos usuarios agregaron la frase Nunca más con la tipografía del libro de la CONADEP. La investigadora argentina concluyó señalando que los sentidos de los lugares no se mantienen inalterables, sino que dan cuenta de los conflictos del presente, donde aparecen nuevas enunciaciones y sentidos en relación con la marca territorial y la patrimonialización de la memoria.

Los múltiples lineamientos y contribuciones surgidos a lo largo de los tres días de presentación de trabajos y debates serán retomados en próximas actividades académicas que impulse el grupo de trabajo organizador de las jornadas. Con ello, se podrá continuar problematizando el complejo anudamiento entre los lugares, las políticas y las prácticas de la memoria.

 

* Doctoranda en Ciencias Sociales (UBA), Magister en Metodología de la Investigación Científica (UNLa) y Licenciada en Sociología (UBA). Integrante del grupo “Lugares, marcas y territorios de la memoria” del Núcleo de estudios sobre Memoria (CIS-CONICET / IDES). Se especializa en temas de memoria y juventud.

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